Las publicaciones que realizaba en redes sociales lo situaron en el país germano por lo que se solicitó una euroorden que propició su detención.
Un hombre condenado a dos años de prisión por agredir a otro en El Antiguo ha ingresado en la cárcel tras dos años fugado. La detención del joven se produjo la semana pasada en Alemania, gracias a una euroorden. Las publicaciones en redes sociales del propio condenado dieron la pista sobre su paradero y desde el 14 de febrero se encuentra preso en la cárcel madrileña de Soto del Real.
El origen de esta historia se remonta al mes de noviembre de 2012. Esa noche, la víctima del detenido paseaba con unos amigos por la calle de El Peso cuando el condenado se acercó a él y sin mediar palabra le propinó varios puñetazos y sufrió una rotura de tobillo. El juicio por esa agresión se celebró tres años después, en octubre de 2015.
El juez condenó al agresor a dos años de prisión pero ante la ausencia de antecedentes quedó en libertad con la única condición de que abonase la indemnización a la víctima: más de 45.800 euros. «Nunca hizo ademán de pagar nada a mi cliente», explicó Luis Pérez, que ejerció de abogado de la víctima durante la vista oral.
Por este motivo recurrieron la decisión judicial que había conmutado la pena de prisión por el pago de la indemnización. El despacho ganó el recurso y el Juzgado de lo Penal Número 1 ordenó la ejecución de la sentencia después de que el condenado no pagara la indemnización. No entró en prisión.
Se le perdió la pista en 2015 hasta que el despacho de Luis Pérez Abogados descubrió que en la redes sociales del fugitivo se cocía algo. Sus publicaciones lo situaban en Alemania y por ello solicitaron una euroorden el verano pasado. Surtió efecto y la Policía germana lo interceptó hace una semana. «Tuvimos que remitir la sentencia condenatoria traducida al alemán para ser extraditado a España», explicó la letrada Ángela Fernández.
Desde el día 14 de febrero cumple condena en la prisión madrileña de Soto del Real sin perjuicio de que pueda solicitar el traslado a otro centro penitenciario.
